Tu móvil está ahí, sonando. Has recibido un mensaje, y que casualidad que resulta que es de él. Te ha mandado un mensaje acordándose de ti, preocupándose por ti, preguntando por tus cosas. En ese momento te olvidas de todo y le contestas, y eres la persona más feliz del mundo por unos minutos. ¿Y sabes por qué? Porque lo quieres, porque no hay persona en el mundo que te haga sentir tan bien como te hace sentir él, hasta con un mensaje, porque esa es la persona que quieres que se quede a tu lado para siempre, porque darías todo por su sonrisa, porque hiciste miles de cosas por llegar a estar con él, porque soltaste una lágrima cada vez que no estaba y porque eres esa niña que lo ama tanto.