ÉL, YO. Nuestras respiraciones chocan, me tiemblan las piernas, nuestras miradas están completamente fijas la una a la otra, su mano en mi cintura y las mias en su nuca, la distancia de nuestros labios es de 10 milímetros, le quiero, me quiere, nos morimos por besarnos y también nos morimos el uno por el otro, tengo el presentimiento de que en breves va a empezar la acción, el sentimiento de querer de llorar de felicidad es uno de los que más rondan por mi cabeza en esos momentos, quiero respirar su aire, es más, lo estoy haciendo, respiro su aire, adoro su olor y no puedo dejar de mirarle fijamente, es como si sus ojos quisieran decirme algo, y sí, es así, sus ojos expresan las palabras más sinceras que nunca jamás voy a oír. Esto es inevitable... Si ÉL se quema, YO arderé.