- Me olvidaba de decirte que tengo unas ganas de hacerte el amor que no te puedes ni imaginar. Pero esto no se lo diré a nadie. Sobre todo a tí. Deberían torturarme para obligarme a decirlo...
- ¿A decir qué?
- Que quiero hacer el amor contigo. No una vez sólo, sino cientos de veces. Pero a tí no te lo diré nunca. Sólo si me volviera loco te diría que haría el amor contigo, aquí, delante de tu casa, toda la vida.
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