Y recuerda que no tienes que ser perfecta. Que nadie lo es, no intentes cambiar, porque si no te convertirás en una triste marioneta de lo que los demás quieren que seas. Sé tú. Eres hermosa tal y como eres. Y aunque tu reflejo ante el espejo te disguste recuerda que ahí fuera está alguien deseando sacarte esa sonrisa tan maravillosa que tienes. Que lo físico se arruga, lo material se deteriora, pero lo que se siente jamás te abandona...