QUERIDA YO:
Hola, hace tiempo que quiero decirte algo. Eres fuerte. Ni tu misma te imaginas cuan fuerte eres. Pero mucho. Puede ser que ahora mismo no te sientas fuerte. Más bien te sientes débil. Pero por lo que tú has pasado, es mucho y, aún así cada día tienes una sonrisa en la cara. Más falsa o menos falsa, pero tienes esa sonrisa.
Se que cansa sonreír, pero, igualmente lo haces.
Tienes ganas de rendirte y, a menudo lo haces. ¿Y? ¿Por qué no ibas a poder rendirte? ¿Quién dijo que estaba prohibido?
Piensa; has aguantado mucho y sí, las personas tienen límites. Pero…¿acaso ya no puedes más?
Que duela no significa que ya no puedas continuar. Aguanta un poco más, solo un poco. “¿Hasta cuando?”
Las personas coherentes, fuertes y valientes, aceptan una derrota. ¿Has perdido? Algunas cosas si, no todas.
Empieza a creer en ti, a verte fuerte, a quererte.
Antes de querer que te quieran, ¡QUIÉRETE A TI MISMA!
¿De que sirve que te quieran si tu ni siquiera puedes disfrutarlo?
Mírate pequeña, no, no eres guapa y tu cuerpo no es un diez. Pero a tu manera, eres preciosa. Así que corre, sal a comerte el mundo, porque habrá algún día, en el que dirás: “¿Y si yo hubiera hecho…?” ¿De verdad quieres/podrás vivir con las dudas? ¿o prefieres encontrar tu camino y arrepentirte de lo que has hecho y no lamentarte de lo que no hiciste?
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