Lo malo de las adicciones es que nunca acaban bien.
Llega un momento en el que lo que nos ponía eufóricos, deja de hacerlo y empieza a doler.
Dicen que no superas tu adicción hasta que no tocas fondo, pero... cómo sabes que lo has tocado?
Porque por mucho que algo te duela, a veces, dejarlo, duele aún más...
Llega un momento en el que lo que nos ponía eufóricos, deja de hacerlo y empieza a doler.
Dicen que no superas tu adicción hasta que no tocas fondo, pero... cómo sabes que lo has tocado?
Porque por mucho que algo te duela, a veces, dejarlo, duele aún más...
No hay comentarios:
Publicar un comentario