Es difícil creer que después de todo lo que pasamos, no tengamos nada que decir. Que solo quede rencor en nosotras, que después de tantos años solo queden miradas de reojo, y aún por encima malas miradas de reojo. De esas que te reprochan todo. Y que yo, aún así, lo eche de menos.
Ahora mismo no sé si lo que más me molesta es eso, o lo que pudo haber sido. La gente dice que soy tonta por seguir preocupandome por ellas, pero yo soy así. No puedo de la noche a la mañana borrar tantos años juntas y mandarlos a la mierda.
Pero sigue siendo increible como luego te das cuenta de no necesitas a cierta gente en tu vida, porque después de tantas cosas, te las cruzas, y es como si realmente no las vieras.
Supongo que antes no era así. Antes era todo distinto. Era diferente, no dudaba en levantar el teléfono y pedir perdón por cosas que quizás ni siquiera habia echo, con tal de arreglarlo todo. Pero las grandes decepciones cambian a la gente, y eso me pasó. ¿Que harías si la persona que más te ha lastimado en la vida, vuelve arrepentido y te dice que le perdones?
Prefiero que no vuelva.
Prefiero que no vuelva.
Las cosas son así y si te joden, lo siento. Que coño, no lo siento. Ya no soy la de antes...
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