Pero ya caminan juntos y el pasado solo es aire.




Hay una herida abierta entre alguna de sus 12 costillas que sabe 
a sangre agria y dolor ajeno. Sonríe mientras el espejo le devuelve una 
cruel mueca que retuerce su mandíbula y no le deja articular palabra. 
Te escribe las cosas que no te puede decir mientras acaricia los relieves 
y cicatrices que le relagaste. Decide releer tus notas,contrarrestar el dolor 
con bocanadas de humo y agilizar el olvido con una botella de ginebra.
 No te equivoques, ella siempre te quiso
 No culpes al tiempo cuando lo que falló fue el valor y el orgullo.
Las ganas nunca fueron suficientes.
A ella le enseñaron que cuando algo se borra se puede volver a escribir encima. 

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