Pero ya caminan juntos y el pasado solo es aire.

SC.

Me mataba lentamente. Quizá el no lo sabía, pero lo cierto es que querer demasiado a alguien es otra forma de hacerle daño. Supongo que es complicado de entender. Intentaré explicarme:

Cuando amas tanto a alguien, tanto que incluso amar termina resultándote un término insignificante, en ese momento estás cerca de un punto crítico, andando por un camino en el que no hay retorno posible. Imaginad un herida que se abre cada vez más, y no se cura ni cicatriza. Imaginad que el corazón es como una de esas heridas. Yo se lo abría cada vez más a él. Era inevitable entonces que a mí me terminase doliendo lo que fuese. Me mataba lentamente, quizá él no lo supo nunca. Otra cosa cierta es que no importa mucho lo que te duela, si aquello que te duele es algo por lo que morirías. "El dolor no será jamás tan definitivo como la muerte", piensas. Y aguantas. Y quieres. No es tan complicado, os lo prometo. Dejarse llevar es lo más fácil. Dejarse llevar, como una ola empujada por la corriente, hasta morir en la orilla de una playa que te ha esperado toda la vida. ¿No es acaso el amor una palabra tonta para hablar de algo inabarcable? Algo como un impulso desde lo más profundo de cada uno. Mirad, yo no creo en dioses, no creo que haya algo más allá y a veces me replanteo la existencia de lo obvio, pero cuando él aparece me doy cuenta de lo inoportuno que es sentir tanto y limitar la expresión de todo ello a lo que humanamente se me permite. Y me sigue matando lentamente, pero qué importa. La vida también nos mata, y es preciosa.

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