Me empeño en pensar que la gente está rara conmigo. Me como la cabeza, me desquicio, lloro, me enfado... ¿Y para qué? Para nada. No sirve de nada. Al menos nada bueno...
Quizás debería dejar de pensar tanto, de tener miedo y como bien he dicho tantas veces, dejar que pase lo que tenga que pasar...
Pero es difícil, estoy cansada de que lo que "tiene que pasar" siempre sea algo malo para mí.
La gente se va, me deja en momentos en los que yo pienso que todo está genial, y sí, es evidente que tengo miedo. Miedo de que todo vuelva a pasar, y no una ni dos veces, sino siempre.
También es evidente que a veces puedo llegar a agobiar, pero yo también me agobio, me agobia perder a personas que lo son todo para mí, la desilusión, o el hecho de que me vuelvan a hacer daño.
Y lo siento, lo siento si soy pesada, arrogante o quisquillosa, pero hay veces que no puedo evitarlo. Como bien dicen, el miedo es libre y cada uno coge el que quiere.
Así que sí, lleváis razón, quizás sea yo...
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