He cerrado la puerta. Le he dicho adiós a todas esas heridas que pensaba que nunca se iban a cerrar. Me he propuesto pensar un poquito más en mí y menos en los demás. Ya nunca trato de irme lejos, he aprendido la lección: que no se puede escapar como si así se solucionasen las cosas, que para irse uno debe de tener más razones que el miedo que le da quedarse, porque si te vas con miedo, el miedo te perseguirá a donde vayas. Pero es muy difícil dejar las cosas atrás cuando no sabes qué podrás encontrarte delante, si tu vida irá mejor o si habrá alguien que te necesite o, por el contrario, si sólo continuarán los días grises, los silencios a los que les siguen más silencios. Pero ya me he cansado, empiezo una nueva etapa en mi vida. Adiós a las penas y a todas esas cicatrices. Quiero cambiar. Aprender a ser más positiva, creer en mí misma, y sonreír. aunque haya cosas que vayan en contra. ¿Lo conseguiré? Pues no lo sé, pero lo intentaré.
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