Después de tanto y a la vez tan poco, sólo puedo decirte que cojo mis maletas (cargadas de lluvida, como diría Sabina) y me largo. Ni lejos ni cerca, por que no voy a ningún lado. Me largo de donde me he quedado estacada tanto tiempo. A la vuelta de la esquina, quizá. Pero me largo.
Nunca he sabido sonreír para mí, pero me encanta sonreír para los demás. Creo en el amor, incondicional y puro; a primera risa, a primera vista, al primer abrazo, en cualquier momento. Siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario