Pero ya caminan juntos y el pasado solo es aire.

SC



Como si quejándonos de la herida fuésemos a curarla. Y decíamos estar solos con la esperanza de que alguien llegase pronto. Sé que el amor ha arreglado a algunas personas, pero no a mí. Yo he seguido rompiéndome. Ha pasado el tiempo, y sigo sin saber cómo o cuándo superar la incapacidad que tengo para seguir adelante sin mirar hacia atrás. Será que atarnos a los errores que cometimos, o recordar a las personas que amamos, es mejor que enfrentar esa realidad en la que hace demasiado que nadie se acerca lo suficiente a nosotros, ni siquiera para rompernos. Será eso, que no podemos pasar página si no viene alguna persona a escribir algo nuevo. Estamos tan quietos, aunque el mundo se mueva, y aunque mañana pueda volver a ocurrir, que no ocurra nada. Puede que volvamos a tropezar con la misma piedra, o que seamos nosotros la piedra y no sepamos retirarnos a tiempo. No sabemos jugar de otra forma sino perdiendo. Terminando al principio, con un montón de esperanzas que nos decían que, esta vez, sería la última vez. Como si, además de besar, nos estuviésemos enamorando con los ojos cerrados, sin ver los precipicios que pueden llegar a ser algunas personas. Y la distancia de hoy será la cicatriz de mañana, marcándonos la mirada y alejándonos de nosotros mismos; haciendo de cada sonrisa un nuevo invierno, que dura lo que puede durar la ausencia de alguien. La necesidad constante de algo, como si fuese un latido, del que quizá dependemos mucho. Yo es que no tengo equilibrio si no me cogen de la mano. Así con todo. Y me sobra espacio que relleno con las palabras que le diré si algún día llega. He pensado que quizá la mejor forma de salvarnos sea salvar a alguien que consiga quedarse sin que tengamos la sensación de que terminará yéndose. Ojalá todo fuese más fácil.



Enlace permanente de imagen incrustada

No hay comentarios: